domingo, 17 de abril de 2011

El uso (útil) de las herramientas online

Hay cuatro tipos de información, formadas por la combinación del binomio utilidad-precio, la barata-útil, la barata-inútil, la cara-útil y, por último, la cara e inútil. Por norma, la información que hay en internet es barata y tendente a la inutilidad, aparte de excesiva.

Las aplicaciones que se tienen que utilizar son aquéllas que nos sirvan de algo, sin embargo, esta utilidad viene definida por el criterio del usuario más que por su utilidad en sí. Sólo es útil para el que sepa sacarle partido.

Desde mi desconocimiento del conjunto de aplicaciones que existen, al menos, tengo el conocimiento práctico de la experiencia en la participación en algún que otro programa online. El primero que viene a la cabeza es el archiconocido Facebook, los programas de mensajería interna, foros de golf. Aplicaciones dirigidas todas ellas al intercambio de información y al contacto interpersonal.

Todo este trasteo, me ha permitido sacar alguna que otra conclusión, entre las que apunto:

1) La pasión que tienen algunos por retransmitir su vida de forma pública y sin ningún tipo de pudor. Traduciendo, Facebook. El caso más común es que fulanito , en un momento de “debilidad” o aburrimiento total, en el que no sabe cómo distraer la única neurona útil que le quede libre, nos indica que el arroz que estaba cocinando se le ha quemado. Este sujeto se debe pensar que no podemos vivir sin sus “aventuras” culinarias.

2) Como decía antes, hay que usar la información que de verdad nos sirva y utilizar la aplicación oportuna. En muchos casos no son más que aceleradores de búsqueda o accesos directos a esa información, caso típico es la información meteorológica o del estado del tráfico.

3) Tener amistades virtuosas, aunque el fulanito de antes nos diga ahora que se acaba de pimplar un kilo de pan, otras veces este fulanito y algún que otro más, nos sirven de punto de contacto para acceder a nuevo conocimiento. Dado que la producción de la información alcanza volúmenes por encima de la capacidad humana para procesarla, no nos queda más remedio que establecernos nuestros propios filtros humanos, donde es fundamental nuestra credibilidad en el criterio ajeno, para poder discernir entre la información que nos es útil e inútil.

4) No a las amistades virtuales. Uno de los riesgos de tanto Messenger, facebooks y correos es que proliferan una cantidad de “amistades” virtuales que, a diferencia que las virtuosas, no suelen servir para nada. Salvo en situaciones de distancias insalvables es siempre necesario el contacto humano, lo demás son idioteces.

De todas formas, es necesario saber y estar al día de las aplicaciones, para no quedarse anquilosado, por mi parte me acabo de abrir una cuenta en Twitter.

2 comentarios:

  1. buenas reflexiones, aunque no estoy seguro de una cosa:

    ¿te has leído de qué va la temática de esta semana?

    salu2

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  2. Original again, qué estás desayunando últimamente?

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