domingo, 13 de marzo de 2011

Generación PIN

Estamos llenos de códigos de usuarios y contraseñas. En las últimas fechas he tenido una serie de cambios en la telefonía móvil que me ha hecho memorizar nuevas claves, a las que hay que añadir las distintas tarjetas bancarias y las claves de acceso a las cuentas bancarias en internet, las cuentas de la intranet empresarial, las cuentas de correo y más claves y más códigos de usuario de variadas aplicaciones web. Resulta un tanto estresante, incómodo y bochornoso, sí.

Si no me falla la memoria, hay estudios que dicen que los chimpancés pueden recordar hasta diez números de cuatro dígitos, yo acabo de demostrar que, sólo algo, más evolucionado que el mono sí que estoy, otros, no sé, yo, sí.

Hemos pasado de ser la generación JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados, permitidme que ponga en duda lo de “sobradamente preparados”), a ser una generación MASP (lo mismo, pero Maduros) y la tendencia es a englobar a todos los que usamos distintos dispositivos electrónicos en una generación PIN, y acabaremos de los PINs hasta los cata…PINes.

Bromas aparte, lo que quiero decir es que, ante tanta clave, con el tiempo se deberá implantar un sistema de identificación personal electrónico y global (aunque exista actualmente el DNI electrónico, no es obligatorio) que facilite la gestión de tanta variedad, por ejemplo, asignación de número de móvil y una cuenta de correo vitalicia. Sé que puede, en parte, coartar la libertad de elegir y algunos dirán que El Gran Hermano nos acabará controlando la vida y vigilándonos las veinticuatro horas del día. No tiene por qué.

Partidario como soy de aplicar herramientas informáticas a cualquier situación del día a día, no sólo a nivel laboral propio, es una auténtica vergüenza ver cómo se desperdician medios y tiempo en el entorno de la Sanidad, de la Justicia y de todas las administraciones en general, cuando unificando sistemas y/o utilizando aplicaciones compatibles se puede llegar a ahorrar tiempo y mejorar la información.

Como botón de muestra, cierto día tuve que ir al médico a una pequeña infección ocular. De la mutua de accidentes me enviaron al oculista, teniendo que ir de un punto a otro con un papelito de ida y otro de vuelta. Si tuvieran un medio adecuado, ya sabría el oculista que iba a ir a pasar consulta y la mutua el diagnóstico en tiempo real. Se hubieran hecho las cosas una sola vez y sólo hubiera tenido que ir a la mutua a recoger la aprobación del diagnóstico y tratamiento. Pienso que si el historial médico estuviera centralizado, nadie tendría que soportar las preguntas de rigor, con su correspondiente ahorro de tiempo, sobre alergias y enfermedades padecidas. No digo que sea público el historial, pero sí que esté centralizado de tal forma que el médico que lo precise sólo tenga que recibir la autorización del paciente para consultarlo, con su correspondiente PIN, efectivamente.

Ejemplos como éstos hay a miles, la solución llegará con el tiempo ya que tienen que cambiar mucho las cosas y, sobre todo, las mentalidades. Hasta dentro de unas décadas no creo que sea una realidad lo que digo.

2 comentarios:

  1. Que post mas rarillo Domingo... La generación Pin...bueno es original. Prefiero ser Pin que X.

    ResponderEliminar
  2. Pin y Pon!

    Alegría Domingo, ponle un poco de alegría, color y desenfreno a tu blog!!

    ResponderEliminar