jueves, 31 de mayo de 2012

El cansancio de la crisis


A estas alturas del partido no va a ser uno quien diga que estamos en crisis, faltaría más, lo que sí es que estamos más que hartos de las oscilaciones de la prima, del IBEX y de tanto analista, gurú económico o como se quiera llamar el chaval de turno, que mucho lado oscuro, pero ninguna solución aplicable, cosa que está dejando a los economistas a la altura del betún.

Andamos cansados de tantos políticos y gestores corruptos que se van de rositas bien indemnizados de por vida y de las pocas responsabilidades que se reclaman y, mucho menos, se asumen. La verdad es que nos han tomado por tontos, pero de los de campeonato, cuando somos la gran mayoría los que asumimos sin rechistar las medidas correctivas que están aplicando, pero queremos ver actitudes en todos, no sólo los de siempre. Muchas de las protestas por los recortes perderían seguimiento si, además, recortaran las mil y unas tonterías que pululan por las administraciones. Somos mayoría los que lo pensamos, indistintamente del color político. Por ejemplo, ¿qué utilidad tiene el Senado? Que alguien vaya y nos lo explique.

Este cansancio que tenemos, si nos paramos a pensar, es que no deja de estar bien alimentado. A todas horas y por todos los medios, nos llegan, una tras otra, las malas noticias, y, como todo lo que se repite, acaba calando en los ánimos y en las percepciones. Tenemos empacho de crisis, de índices, de números, pero…¿es en el fondo tan importante la crisis como para que estén intentando angustiar tanto al personal? Porque, desde luego, parece que hay un regodeo masoquista en revolcarse en ella, que hoy es malo, mañana peor, ¡yupi!.

¿Qué mas da si existe el riesgo de que nos intervengan? ¿Qué mas da si nos echan del euro? ¿Acaso se va a acabar el mundo?

Hace años, en Santander, me cruzaba todos los días con una pintada que decía “anticipation of death is worst than death itself”, esto es lo que está ocurriendo, el “temor a”, está haciendo más daño que el hacer las cuentas bien y claras, con su plan específico, creíble y sin trampas. Ese intento de angustiarnos e indignarnos, sobre todo, del temor a perder el status, el no poder poseer más bienes, no poder viajar, no poder ir a cenar a un restaurante de postín… Parecemos idiotas.

Igual sea ya el momento de empezar a no preocuparse demasiado, lo justo, intentar sortear las dificultades del mejor modo posible, porque, si algo es cierto, es que todo lo malo tiene su lado positivo. Nos creímos ricos, siendo pobres, pues habrá que vivir como tales y disfrutar de las pequeñas cosas que vayamos consiguiendo. Como decía Molina, es que no sabemos lo que es pasar dificultades (y si alguna vez lo supimos, lo hemos olvidado) y fácilmente nos hemos acomodado.

Acabaremos dando las gracias a la crisis e, incluso, a decir que la crisis ya no existe, porque algo con lo que se convive diariamente, no es una crisis, es la normalidad.

Mirando el lado positivo, empiezo a respirar tranquilo, porque ya no me querrán por dinero.

4 comentarios:

  1. "y de tanto analista, gurú económico o como se quiera llamar el chaval de turno, que mucho lado oscuro, pero ninguna solución aplicable, cosa que está dejando a los economistas a la altura del betún."

    No hablarás del maestro Roberto Centeno no? :) aquí te resumo su propuesta perfectamente realizable y sin tocar educación o sanidad y sin subirnos los impuestos:

    <<< duplicidades entre AAPP, 34.000 millones, prescindibles de inmediato; diputaciones, 22.000 millones, sin apenas competencia alguna, reducible en dos tercios; empresas públicas, consorcios y fundaciones, reducción a la mitad con un ahorro de 20.000 millones; racionalización de las corporaciones locales, ahorro de 10.000 millones; subvenciones y exenciones de impuestos a sindicatos, patronal y partidos políticos, 9.000 millones. Subtotal: 88.000 millones. Y ahora que explique Rajoy a los españoles, a Bruselas y a los mercados por qué no se puede. No se puede porque en duplicidades, diputaciones, empresas públicas y ayuntamientos, están colocados cientos de miles de familiares, amigos y correligionarios. Y los privilegios de la casta no se tocan.Tenemos un modelo de Estado y una casta política insostenibles, pero no están dispuestos a enfrentarse a esta realidad para acabar con ella, lo que nos pone en riesgo cierto de estallido social. >>>

    "Igual sea ya el momento de empezar a no preocuparse demasiado, lo justo, intentar sortear las dificultades del mejor modo posible, porque, si algo es cierto, es que todo lo malo tiene su lado positivo"

    Discrepo, ahora es cuando hay que estar más informado que nunca... que es perfectamente compatible con intentar ser feliz :)

    ResponderEliminar
  2. No sé por qué, pero esperaba tu comentario :)

    ResponderEliminar
  3. Pues yo si se por qué, jejeje....
    A propósito....Que te ha pasado esta vez con las fotos que solías acompañar a tus blogs, Domingo? En fin...solo era una observación.
    Por lo demás, me ha gustado. Ha sido un placer leerte.
    Gracias por todo!

    ResponderEliminar
  4. Gran post sobre un tema lamentable, Domingo. Me ha gustado, la forma y el fondo y la claridad. Todos estamos ya hasta las narices de una crisis que sólo asumimos el pobre idiota de a pié, pero las indemnizaciones millonarias a subnormales que hunden una Caja y lo pagamos todos es el colmo de los colmos.

    Uno pensaba que D. Mariano tenía la suficiente entereza, valor y rigor moral para cortar con el despilfarro socialista, la inmadurez Zapatera, las malversaciones de fondos y subvenciones pero se da cuenta que al final, "el amiguito de turno" acaba disfrutando de los mismos privilegios con total impunidad, riendose en nuestra cara al coger la bolsa de millones y dirigirse a cualquier paraiso fiscal donde tomar el sol a costa de la indemnización recibida por "ser el inepto que lleva a la bancarrota una empresa". Cruel paradoja.

    No se pide un mago que saque conejos de la chistera y que convierta a España en una potencia mundial del G-7, sino medidas como las que recogía el Sr. Wilson en su post, parecen más que lógicas, necesarias. A mí que el Senado rechace una Ley y que luego el Parlamento la ratifique por mayoría, dejando sin sentido ese veto, o que me diga el Presidente de la Diputación Provincial que "el fuego está controlado", sinceramente me la pela.

    Y ya estamos hasta las narices de tener congelación de salario, subida de IVA´s, incremento de tramos en el IRPF, peor sanidad, escolares muertos de frío en el colegio, Consejeros que se van de putas con fondos públicos y aquí... no pasa nada.

    Me desmarco del movimiento del 15-M, también manipulado por los perroflautas y antisistema para acampar gratis en pleno Madrid, dar dos gritos apoyados con el ruido de sus cacerolas para vivir de la mendicidad que la gente de buen corazón les aporte, mientras que los negocios de la Puerta del Sol se arruinan por falta de clientela. ¿Que es eso de "pisos autogobernados"? Yo solo "gobierno" en mi casa, y eso después de pagar la hipoteca, el IBI, la Tasa de Recogida de Basuras, los recibos de agua, luz, gas...

    Estimado Domingo, ha tratado usted a la perfección un sentir popular, un clamor que está calando en la sociedad. Estamos hartos de políticos chorizos, subnormales que reciben millones a cambio de hundir empresas, y que todo se quede en un mero titular de telediario.

    Endurezcan las penas, srs. políticos, pongan freno a la malversación de fondos públicos, inhabiliten a los ladrones de los presupuestos, que si yo hundo mi empresa nadie me interviene y, menos, me indemnizan con 14 millones de euros.

    Ser gestor de dinero público es una responsabilidad, mayor que la de gestionar un patrimonio privado, al tener una repercusión social, al haber recibido la confianza de la sociedad en que los fondos recaudados con el esfuerzo de los impuestos, tendrán la utilidad de curar a alguien, cubrir el desempleo llegado el caso, formar a las futuras generaciones, crear infraestructuras, etc y no tener que tragar con los desmanes y malversaciones de TODOS los políticos, gestores públicos, incluso desde las más altas esferas del Estado (lease Casa Real) estén inmersos en una crisis de valores y conciencia que asusta no al inversor o a los mercados (frases que ya convivimos con ellas mientras escuchamos "el parte"), sino a cualquier persona con sentido común.

    Srs. Políticos, purguen sus partidos, recuperen los valores morales y legales que ahora mismo han perdido, y demuestren que en España, además de tomar el sol, beber vino y ver fútbol, se puede confiar en quien dirige un país.Mi voto es la gota del océano, pero jamás irá a parar al mar, mientras esa metamorfosis no se produzca. Se llama coherencia, algo que la práctica totalidad de nuestra clase política desconoce.

    Un guiño, Domingo, al que creo uno de sus mejores post´s en fondo y forma.

    CHACAL.

    ResponderEliminar