Una de las ideas del microposting es generar un tráfico hacia nuestro blog más numeroso, pero existe el riesgo de agotar a los lectores. Este riesgo es similar al de escribir grandes post, como no se ponga nada interesante o de utilidad nos va a leer el Tato. Sigo insistiendo que la gran carencia de esta época es la escasez de tiempo para procesar toda la información, por lo que debe primar la calidad sobre la cantidad o, simplemente, dedicarnos sólo a escribir por amor al arte.
De igual manera abusar del microposting es como abusar del Twitter, el ansia por rellenar, el ansia por encontrar una gran cita demoledora, puede llevar a estar en plan chorra enviando tuits como pollos sin cabeza, aburriendo a propios y extraños, y deteriorando aún más la pobre imagen que ya estamos dando.
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