martes, 1 de junio de 2010
Antequera 2010
domingo, 2 de mayo de 2010
Ponga poesía en su vida (de vez en cuando)
La segunda es que me he encontrado en el "paraíso", según el ínclito Wilson, con que todo el mundo había salido en estampida, por lo que lo único que he hecho ha sido cambiar de sitio de dormir. Menos mal que, ante el panorama de náufrago, vino en mi rescate el susodicho, que valiente paliza nos hemos dado (con el cuento del a vivir que son dos días, nos vamos a quedar en el día y medio), por tanto, he tenido mis desayunos, comidas y reposos con el libro de rigor, que (tercera casualidad) esta semana ha sido un préstamo inesperado, "Ayer Vendrá", de Luis Rosales.
Evidentemente, no ha sido una lectura completa, más que nada una ojeada y encontrar algunas rimas curiosas, como Autobiografía o este otro, son cortos así que se pueden leer en un momento.
La verdad no es que me ponga muchas veces a leer estas cosas, soy más de prosa, aunque como decía en una entrada anterior, hay que empaparse de todo. El dedicarse a las rimas es una tarea complicada, si ya escribir en prosa lo es, donde se tiene que dar una serie de condiciones, la alta sensibilidad del autor y unas vivencias "adecuadas". Normalmente, siempre me viene Bécquer, sí que sufrió el hombre, como el poeta por antonomasia, pero nos dejó grandes poemas para el recuerdo. Y es una pena que con los nuevos planes de estudio las generaciones que llegan ahora, van a venir con muy poca formación humanística.
En fin, lo que sí no os recomiendo, es que vayáis recitando a vuestra pareja cosas así como "¿qué es poesía?...¡poesía eres tú!", no por nada, sino porque la reacción pueda ser que os lleguen a mirar como locos.
domingo, 25 de abril de 2010
Mi "barco" en el tiempo...
domingo, 18 de abril de 2010
Autoayudas
Bien es cierto que no todo el mundo posee la misma fortaleza mental, que hay altibajos en la vida sea por motivo laboral, familiar o “amorouso”, o cualquier otro, pero llegar al extremo de resumir una actitud ante la vida con un lema, cual política de empresa, me parece rayano en lo ridículo.
Pienso que cada uno es diferente y que cada cual debe buscar ese supuesto “camino” que a muchos tanto les agobia encontrar, solos, solitos, solos. El no va más es que fulanito de tal escriba como si tuviera la llave de La Verdad, totalmente convencido de la pamplina que está contando, que menganito haya encontrado su equilibrio con la filosofía confuciana, con el ying y el yang y que lo divulgue como si hubiera descubierto la pólvora. Que sí que me parece respetable a nivel particular, pero el problema es que hay algunos que se lo creen.
Lo que no sabe la gente es que hay que empaparse de todo lo que nos caiga en las manos y cada cual que tome la decisión que mejor considere, pero no esperemos que esa decisión la tomen por nosotros personas que, escribiendo, hagan gala de una serie de “valores” y que luego puede que no apliquen en su vida privada. Mucho ying/yang y mucha monserga, pero puede que, para muchos, no sea más que una forma de ganarse la vida.
La realidad es que es esa mentalidad de urgencia y necesidad de ser “felices”, algo que es muy relativo, ya que querer vivir continuamente en “éxtasis”, es estar mal de la azotea, debería tenderse más al equilibrio. Esa realidad, como decía, puede venir del continuo bombardeo que recibimos del estilo “fast-food”, del usar y tirar y de la mala educación recibida (no de la otra, de la chabacanería, que hay para rato).
Ahí van algunas de las “perlas” de filosofías de vida:
1) “A vivir que son dos días” y el del fondo dirá “…y que nos quiten lo bailao”.
2) “Sé feliz”, con lo anteriormente comentado.
3) “Mira hacia adelante, sin mirar atrás”, todos somos lo que somos por los errores y aciertos que cometemos y, si no recapacitamos en ellos, es que somos unos inconscientes.
4) “No te arrepientas de los errores”, más de lo mismo.
5) “Lo mejor está por venir…”, chi lo sa.
Y más que puedan haber, igual por separado sea excesivo, reducir ese “meaning of life”, y sí que bien administrados a alguien le pueda ayudar a orientarse, aunque éso de despertarse por la mañana y automotivarse para comenzar el día con un “hoy voy a ser feliz…”, como que no.
Así me despido hoy, encontrándome ahora mismo en estado zen, es decir: “zencillamente” estoy “zentado” en posición flor de loto, con los “zentimientos” a ras de piel y preparándome para “zenar”…¡”zentollo”!.
domingo, 11 de abril de 2010
Dos problemas generales en los sistemas informáticos de gestión
1) Parametrización. Los ERP’s, a la hora de parametrizarlos, se basan en realidades físicas, por ejemplo, clientes, proveedores, materias primas, cantidades de consumo, tiempos de trabajo, mientras que un Business Intelligence, al basarse en parámetros econométricos y estadísticos, es mucho más complicado de hacerlo, aparte de que la toma de decisiones basadas en estadísticas, no se puede decir que sea la mejor solución. Se podría simular distintos entornos y situaciones dadas, pero de ahí a tomar la decisión basada en estos sistemas me parece algo exagerado, pero, lo dicho, es una opinión, igual algo arriesgada basada en el desconocimiento del tema. Como la Economía es una ciencia infusa, en el sentido de que los modelos predictivos no tienen por qué ser ciertos, el Businesss Intelligence habría que utilizarlo como un complemento de la toma de decisiones.
2) Proveedores de servicios informáticos: Una de las problemáticas que más incidencia ha tenido en la selección de los distintos sistemas informáticos, es el proveedor tanto de servicios como de software. En las PYME, al menos por donde me he movido, supuestamente, los proveedores se servicios se piensan que los clientes son idiotas, así de claro, abusan de su posición de fuerza para marcar la pauta de trabajo, no quiero dar a entender que trabajen mal, sino que, al depender completamente de ellos, los tiempos de implantación o mejoras, dependen totalmente de ellos. El problema que se suele presentar, cuando, el cliente tiene un conocimiento decente de informática es que los timmings que presentan suelen ser motivo de conflicto al no parecerle al cliente correctos o razonables.
domingo, 4 de abril de 2010
"Importantismos"
Hay una tendencia a ser “impogtante” (sí, con ge gutural), a remarcar la “impogtancia” que tiene cada uno en el trabajo. Y no creo que me equivoque al decir que esta generalización se da en todos los niveles de la empresa, desde el operario con experiencia hasta el gerente, aquí tor mundo tiene que defender su “cuota” de importancia, pues todos pretenden sobresalir en algo que los demás no puedan o sepan hacer. Siendo cierto que todos los factores son fundamentales para el buen funcionamiento, incluido el humano, el error es pretender confundir el peso de cada uno como algo vital para el mantenimiento o supervivencia de una empresa. En resumen, el sentirse importante o imprescindible en el trabajo son, repite conmigo: ¡Tonterías!.
Luego están, los que siendo “algo”, en lo que se entiende como un trabajo decente o alto dentro de la escala social actual, necesitan remarcar a todo hijo de vecino de su “impogtancia” en la sociedad, el acaparamiento de poder, la cantidad de “contactos” que poseen, con el único fin de querer dar a entender que son más que su interlocutor, esto, repite conmigo, son: ¡Tonterías!.
Ya, independientemente del mundo laboral, nos encontramos a innumerables elementos vivientes, cuyo mayor objetivo parece que es, no el estar a gusto consigo mismo, sino en estar pendiente más de rodearse de placeres, unos, bienes, otros, amistades “poderosas”, los de más allá, total, que parece una competición, a ver quién es el que más… Y, repite conmigo, esto son: ¡Tonterías!.
Se podría decir que existe un “peterpanismo” latente, el yo soy más que tú, un complejo de superioridad continuo con el fin de conseguir el pseudoplacer del “ser más que”, todos hemos conocido alguna vez a alguien que siempre ha estado más pendiente de la marca de su camisa y de la del que tiene enfrente que en lo que de verdad contiene esa camisa, cosa que pienso que son, repite conmigo: ¡Tonterías!.
Aún a costa de parecer un cursi redomado, cosa que no me considero, ya que el levantarse levitando y en plan místico nunca ha sido mi forma de ser, todos, creo y quiero pensarlo así, somos conscientes de que lo verdaderamente importante es el ser importante para quienes nos importan, valga la redundancia, independientemente del nivel social que alcancemos y los objetivos marcados en la vida (que se conseguirán o no). Necesitamos hacer un ejercicio de autocrítica y humildad, aceptar lo que valemos en su punto justo, saber cómo estamos haciendo las cosas, tanto en el trabajo como en la vida particular, intentemos eliminar los “importantismos” de nuestro comportamiento, y esto, aparte de no ser fácil, no, repite conmigo: ¡No son tonterías!.
domingo, 28 de marzo de 2010
¿Somos viajeros o turistas?
Los motivos por los que cada cual se plantea viajar pueden ser muy diversos, casi siempre movidos por la curiosidad del saber, la gastronomía, la oferta cultural, la diversión o un compendio de todo ello y, también por qué no, que los hay, el pertenecer a la “Champions League” de los viajeros. Me explico, hay una corriente humana cuyo mayor placer en el viajar no consiste en el viaje en sí mismo, sino en el “prepartido” (la preparación del viaje, la supuesta ilusión por viajar) y el “postpartido”, es decir, el placer de contar con todo lujo de detalles el “inventario” de las “maravillosas” jornadas vividas en el Congo Belga, por poner un ejemplo.
Llegados a este punto, me asalta la duda, ¿somos turistas o viajeros?. Identifico al turista como aquel que va cámara en ristre, con sus mapas y sus guías en plan Marathon Man con el objetivo de ver la mayor cantidad posible de sitios en el menor espacio de tiempo. Dudo mucho que lo lleguen a apreciar en su verdadera valía, es quizás mejor darle el sentido de placer al viaje, al dejarse llevar, ir a ver algo en concreto, pero detenidamente, ahí se ve la diferencia con el viajero. El turista acumula la mayor cantidad posible de experiencias distintas en un corto espacio de tiempo, mientras que el viajero se deleita en algo muy determinado, como el buen gourmet puede apreciar una buena comida.
Es la mentalidad del cómo viajar lo que importa, se puede sacar más valor personal a un pequeño gesto que a una gran historia. Quizás haya que plantearse que el viaje que más valoraremos es aquél que menos planificamos, aquél que hacemos a un sitio cercano, en esta España que a tantos y tantos sitios se puede ir sin el acelerador pisado.
lunes, 22 de marzo de 2010
Accidente leve
domingo, 21 de marzo de 2010
Breve historia de una inundación (1ª Parte)
En éstas estábamos, cuando parecía que todo había pasado, nos vimos en casa familiar directamente afectados. Ésta es la pequeña historia de los hechos que ocurrieron el sábado 6 de marzo de 2010.
“Como suelo hacer desde hace casi diez años, casi todos los viernes por la tarde, salgo del trabajo desde Antequera en dirección a Conil de la Frontera, unas veces doy una vuelta y otras muchas no. Ése viernes tocaba salir a dar una pequeña vuelta con un amigo, con quien estuve comentando las novedades laborales y de la crisis económica, conversación típica y original donde las haya, aparte de algún comentario más que ahora no viene a cuento, pero que no hay que ser un Tony Blake para adivinarlo.
Hablando del tiempo me comentaba mi amigo, en su afición de surfer sigue el estado del tiempo como otros seguimos los resultados de la liga de fútbol, que esa noche iba a caer un tormentazo que es en Cádiz y en todos lados significa llover mucho, ninguna novedad en lo que ha sido el invierno.
Ya de recogida, a la formal hora de las doce y media, no había pintas de que se diera esa predicción, pero a éso de las seis, siete o la hora que fuera, pues ni me preocupé en mirar la hora, cayeron unos grandísimos truenos capaz de interrumpir mi sueño, que ya no recuerdo si era placentero, resolviendo esa molestia con un giro de 90 grados y a dormir a pierna suelta de nuevo.
A las once y media, fui interrumpido de mi duermevela, una de las pocas aficiones que tengo, por mi madre avisándome de la venida del agua, aspecto del cual no entendí ni jota. Levantarse, en mi caso, nunca es el típico despertar del que se levanta desperezándose con los brazos en alto, siguiendo un rascado de barriga y culminándolo con otro en el culo o donde cada uno prefiera, simplemente es levantarse poseído con un rumor de fondo en el que voy rutando a donde tenga que ir, en este caso, a la galería del salón.
Ya en el salón, ví como el jardín estaba anegado, pero viendo lo que había llovido, no era de extrañar, el problema es que en la parte trasera de la parcela hay un arroyo, que por aquí quieren llamar río (y equipararlo al delta del Nilo, no te j…), en el que se estaba empezando a acumular el agua de toda la zona, ayudado por un cuello de botella en un puente que, con la suciedad del arroyo, no permitía fluir el agua. Incrédulamente, en mi caso, no le di importancia, ya que, al estar el chalet elevado medio metro sobre el terreno, mucho agua debía acumularse para empezar a preocuparse y se acumuló, vaya si se acumuló.
(Continuará…)
domingo, 14 de marzo de 2010
Cómo empezar a montar un huerto urbano
Del comentario del otro día en que me decías algo de ponerte a cultivar en tu adosado, se me ha venido a la cabeza unos cuantos temas que te puedan interesar. No he mirado nada para documentarme, así que seguro que sabrás a estas alturas más del tema que yo, pero ahí te dejo unos cuantos consejos que, por redundantes, mucha gente deja de hacerlos, y se ponen a hacer las cosas cual vivalapepa, como quien dice.
Ya sabes que es de todos conocido que desde la época de la Revolución Industrial, el hombre ha ido abandonando las labores agrícolas para irse en busca de trabajo en los grandes centros industriales. Uno de los motivos fue también la mejora de los medios de trabajo en el campo, mediante la introducción de maquinaria que sustituía al hombre. Uno de los indicadores de la evolución de un país también se utiliza el porcentaje de población que realiza tareas agrícolas.
Como comprenderás el hombre ha huido del campo y ahora se queja de que los productos agrícolas sufren un incremento de precio en la cadena de valor, que no tiene que ver con los costes de producción. Pues bien, tras siglos de huída, ahora parece ser que se ha puesto de moda traerse el campo a la ciudad. Lo que no inventen… Aunque hay que reconocer cierta lógica en el tema.
Por un lado, está el clásico hobbie de ponerse un macetero en el balcón, si es que se tiene balcón y no hay elementos disconformes en la misma vivienda. Ya, si se tiene la fortuna (nunca mejor dicho) de disponer unos metros de terreno en la ciudad o, que es lo que se lleva ahora, el adosado de la urbanización de las afueras, se podría poner un huertecillo guapo para presumir en las cenas de amigos que “el tomate es mío”, aún corriendo el riesgo de que el resto de los invitados piensen algo así como “éste nos va a cobrar la cena y se queda con lo más barato, joeeer, el Protos lo pago yo, ¡seguro!...”.
Por otro lado, desde una postura más seria de aprovechamiento de recursos comunes en un edificio o zonas verdes de la ciudad, para la distracción de mayores y no tan mayores, con la que se puede intentar conseguir una mejora del ambiente respirable, antes de echar los correspondientes abonos y demás fertilizantes, claro.
Considerando, independientemente del tamaño del huerto, desde el punto de vista productivo, siempre que te vayas a plantear hacer algo similar, ya sabes que hay que plantearse tres preguntas: ¿Qué?, ¿Cómo? y ¿Con qué?. Aún corriendo el riesgo de convertir un supuesto “placer”, “placer” que no entiendo, en una rutina, hay que intentar organizarse un poco:
1) ¿Qué? y ¿Cómo?, ahí te lo dejo a tu decisión, pero para empezar deberías empezar con algo sencillo, nada de coles de Bruselas, primero que no te las vas a comer ni loco y algo que no requiera mucho cuidado, lo ideal son patatas, jejeje. Para éllo no estaría de más que te documentaras sobre los períodos de siembra y cosecha, es decir, el conocimiento del producto.
2) ¿Con qué? Una vez adquirido ese conocimiento, que mañana lo llamarás know-how, por chulear un poco, llega el momento de la inversión y el trabajo en sí, que si tienes que comprar la semilla, que si tienes que hacer la preparación previa del terreno, plantear qué herramientas a utilizar, establecer los plazos y los cuidados. También deberás observar el tema de las instalaciones y alguna cosa más. Tendrás que establecer todo el mecanismo para una óptima utilización de los recursos, aparte de asegurarte de que sean los necesarios.
Espero que te sirva, esto que te pongo, como para plantearte el inicio de ese huerto organizadamente.
Un abrazo
lunes, 1 de marzo de 2010
Reconstruyendo el blog
Desgraciadamente o afortunadamente, que todo puede ser, uno tiene las ideas lo suficientemente claras como para no pretender hacer papismo innecesario. A la hora de ponerme a escribir intentaré, más que nada, plantarme ante un determinado problema e intentar razonar qué es lo que haría en ese caso determinado.
Uno no es perfecto, por lo que todo lo que pueda exponer es fruto tanto de mis virtudes como de mis defectos y todo es mejorable, por lo que no pretendo ser una mente privilegiada en los temas que pueda plantear.
Así, pues, ahí irán mis pinceladas, sobre, en principio, los temas que más nos pueden afectar en un entorno industrial PYME y, cuando no tenga nada que decir, igual me pongo a divagar de lo divino y de lo humano, que así me entretengo.
Ahora bien, siguiendo mi línea de compromiso he tardado dos años y medio en publicar mi segunda entrada, hay que reconocer que si no fuera por ciertos elementos, léase amigos, que me han pedido “encarecidamente” que les haga partícipes de mis fabulosas teorías y mi facilidad para la escritura, me han terminado liando en un pequeño reto, que de pequeño no tiene nada, y así me voy a ver publicando con cierta asiduidad entradas más o menos dignas de mi objetivo inicial. Así que desde aquí vayan unas palabras de agradecimiento por éllo y un tirón de orejas por avisarme tan tarde…
Lo que sí tengo claro es que se generará un batiburrillo de ideas que poco o nada van a seguir una línea común, quizás tenga que acabar derivando a otro
Aquí empieza, otro blog más de los millones que ya circulan por la red.